porque ya no hay ganas de encontrar explicaciones, porque existen momentos de inercia que rompen la rutina de mirar con ojos falsos, con risa pintada, con gestos aprendidos, con palabras memorizadas. El control de la vida se escapa entre los dedos y no por descuido, ni porque el destino lo quiso, sino porque simplemente fijamos la vista en otro lugar, en algo que brillaba cual estrella en el cielo pero que al tocarlo se convirtió en polvo, seco y árido. Si se pierde el control de las cosas, es simplemente porque aún no hemos entrenado al cuerpo para que deje de dar alabanza al brillo de lo desastroso y comience a amar lo que duele.
5 comentarios:
Que decir querida?
....
Completamente de acuerdo, aunque duela, aunque no me guste incluso, es asi, no importa por que, pues solo le da un poco mas de sentido a todo...
Besines y mucha fuerza!
inspiracion y una gran verdad. me encanta tu blog
te sigo
Fuck, escribes genial. Y sí, hay que entrenar al cuerpo a amar lo que duele. Al final llegamos a esa resolución, uno desea algo que lo daña pero lo hace feliz ¿entonces porque dar una explicación? es nuestra voluntad, no la de nadie más.
Como desearía que fuese así, un entrenamiento; cuerpo convive con hambre sin queja. Qué belleza.
Bonita, también pretendo que estés siempre por sobre todo con una sonrisa. Aunque suene cursi.
Beso ♥
Y no se si amar lo que duele, o solo acostumbrarse a ello.
ESTAS BIEEEEEEEENNNNNN????????
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