21 sept 2010













 Si se pudiera explicar todo 
lo que no se siente sería 
extremadamente más fácil
 sobrevivir el día a día, 
si todo esto fuera explicable 
se haría (quizá) más liviano
 el peso de la inconsciencia, 
el peso de querer decirlo, 
pero no poder por nulidad. 
Me pregunto si alguna vez 
lo que pueda salir de mí, 
será coherente.




1 sept 2010

Lo hago por que sí





porque ya no hay ganas de encontrar explicaciones, porque existen momentos de inercia que rompen la rutina de mirar con ojos falsos, con risa pintada, con gestos aprendidos, con palabras memorizadas. El control de la vida se escapa entre los dedos y no por descuido, ni porque el destino lo quiso, sino porque simplemente  fijamos la vista en otro lugar, en algo que brillaba cual estrella en el cielo pero que al tocarlo se convirtió en polvo, seco y árido. Si se pierde el control de las cosas, es simplemente porque aún no hemos entrenado al cuerpo para que deje de dar alabanza al brillo de lo desastroso y comience a amar lo que duele.